Una obra necesaria.
Este fin de semana abrirá sus puertas el nuevo boliche ubicado en cercanías de la rotonda de Yrigoyen y ruta 7. Es un buen momento para que el Municipio ponga manos a la obra en la construcción de veredas en el acceso para evitar accidentes.
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El Corredor Nocturno de Chacabuco se amplía justo en una fecha como la Navidad en que muchas personas salen a festejar.
Indudablemente, habrá gente que circule en autos, camionetas, y motos, pero también estarán los que recorran el trayecto de a pie.
A esto hay que sumarle las fiestas o reuniones participulares que podrán realizarse en el sector se quintas que se encuentra entre el paso a nivel del ferrocarril y la ruta 7.
La realidad es que hay muchas cuadras del acceso que no cuentan con veredas apropiadas. Actualmente es común ver vecinos haciendo ejercicio caminar o correr sobre el pavimento.
Y a la madrugada, con poca visibilidad y muchas personas circulando, cualquier maniobra de un vehículo, accidental, puede terminar en un siniestro vial.
Se pueden construir veredas de material rápidamente. Prueba de ello es lo que ocurrió en el acceso Juan XXIII hace años y en la calle Santiago del Estero entre los barrios Los Pioneros y San Antonio.
Y es que la construcción de las veredas no debe estar relacionada con la apertura de un boliche, que es un emprendimiento particular con fines de lucro, sino con mejorar la calidad de vida de los vecinos de todo Chacabuco. Es por eso que una obra semejante se debería llevar a cabo en el acceso Elguea - Román donde hay tránsito pesado.
Firma: Cristian Otegui, responsable de Chacabuquero
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