Instituto Proyectar
Hoy se conmemoran 44 años de La Noche de los Lápices, y con motivo de homenajear a los desaparecidos y desaparecidas en aquella trágica jornada, la Red de Centros de Estudiantes Organizados (CEO) generó una reunión virtual, realizada en el marco del Instituto Proyectar, de la cual fue protagonista Nora Ungaro, hermana de Horacio Ungaro, uno de los estudiantes detenidos y desaparecidos el 16 de septiembre de 1976.
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Ayelén Golía, referente de CEO, saludó a la invitada, recordó la lucha de esos estudiantes desaparecidos en La Plata y reivindicó su lucha: “Las banderas de aquellos y aquellas militantes aún siguen vivas en nuestras organizaciones y las levantamos todos los días”. Finalmente cedió la palabra al Dr Rubén Darío Golía, quien expresó su homenaje a Nora Ungaro, y también saludó y agradeció a Norberto “Chucho” Gómez, Diputado Provincial, por el contacto realizado.
La disertante vinculó la tarea de militancia que se llevaba a cabo en 1976 con un proyecto de país que pudiera generar mayor justicia e igualdad en la sociedad argentina: “La lucha no era sólo por el boleto estudiantil, como se suele pensar, los estudiantes desaparecidos durante la noche de los lápices estaban encuadrados en un proyecto de patria que garantiza la inclusión y la justicia social”.
Nora Ungaro describe un contexto de extrema peligrosidad: "En los años de la última dictadura en nuestro país se destaca el terror. Una etapa oscura que supimos tramitar como sociedad, pero que nunca debemos olvidar, porque los pueblos que olvidan están condenados a repetir los mismos errores".
Ungaro: “Las cosas que hacían los militantes en los 70 no eran muy distintas de las cosas que hacen los militantes de ahora, lo diferente era que cuando salías no sabías si ibas a volver a tu casa”.
Además de celebrar el renacimiento que tuvo la militancia en los últimos años, Nora Ungaro destacó la maduración de nuestra sociedad respecto a los temas de la dictadura: “Tenemos que seguir para adelante con nuestras convicciones, pero tenemos que saber que siempre hay que conservar la democracia y la paz, ese es nuestro marco, nada se consigue con violencia”.
1 comentario:
Bueh...... Acrecentando el relato. Para Onganía, que alguien piense distinto ya era una afrenta. Que lo diga, era un acto subversivo. Que salga a mostrar su reclamo, era terrible. Eran chicos inexpertos. Estudiantes. Comenzaban a dar sus primeros pasos como militantes. Lo que buscaban era que se volviera a instalar un boleto estudiantil en los colectivos para que ir a estudiar pueda ser más económico. No pongan en ellos una mística del relato. No todos los que se mueren pasan automáticamente a ser impolutos. Resulta que ahora, con los años que tengo, con las cosas que he vivido, me quieran hacer creer que lo que vi, oí, viví, no era lo que fue. Lo peor de una mentira es cuando quien la inventa y distribuye, se la cree....
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