El anuncio de un nuevo caso positivo de coronavirus en Chacabuco hizo que mucha gente entrara en algo semejante al pánico. Luego de 21 días se volvió a vivir esa sensación de pesimismo ante el futuro.
Volver a Chacabuquero.
Es que ya muchos se ilusionaban con una nueva flexibilización de la cuarentena que les permitiera correr o andar en bicicleta sin tener vergüenza. Y otros temen no poder trabajar.
Pero no hay que desesperarse, porque la comunidad ya ha estado en esta situación, cuando se registró el primer brote. Se pensó en que se iban a disparar los casos y finalmente se pudo contener el contagio en los grupos familiares de los afectados.
Ahora la cuestión no es distinta. La Municipalidad ha dado datos como el momento en el que el nuevo infectado estuvo en la ciudad, cual es su profesión, que tuvo dos contactos estrechos con personas de Chacabuco. O sea que quien reconoció de quién se trata, si el área de Salud ya no lo contactó, puede ir al Hospital a sacarse las dudas y hacerse un hisopado.
Lo cierto es que la pandemia no permite que las personas se relajen. Hay que estar en alerta, pero no al borde del ataque de nervios.
El otro tema es el sistema de Fases dispuesto por el Gobierno provincial. Necesita una mejor explicación porque parece que un solo caso que aparezca en un distrito lo obliga a retroceder a la Fase anterior. Eso sí puede causar incertidumbre, nervios y estrés. ¿No debería ser la falta de circulación comunitaria lo que acredite que se pueden desarrollar ciertas actividades mientras se trata de contener un posible brote?
Esos temas deberían ser aclarados a la brevedad.
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