"A las mujeres se nos restringió el amor propio"

La opinión de una psicóloga oriunda de Chacabuco.

Julia Villanueva, tiene 29 años y es Licenciada en Psicología (UBA). Este jueves fue la segunda oradora del Ciclo de Charlas organizado por el Grupo "Estudiantas Organizadas".

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En el encuentro virtual que comenzó después de las 19, Julia contó: “me recibí hace ya tres años, ejerzo mi profesión con un equipo de psicólogas amigas con quienes conformamos Enredados, un espacio donde ofrecemos atención psicológica, vocacional, talleres, charlas; trabajamos con adolescentes, jóvenes y adultos. Y además formo parte de la Red de Psicolgxs Feministas como voluntaria en el sector de atención desde hace ya un año”.

Aunque en estos momentos Julia vive en Capital, es oriunda de Chacabuco.

“Viví 20 años de mi vida sin saber lo que era el feminismo. En los últimos años de mi carrera una amiga me recomendó una materia optativa: Introducción a los Estudios de Género, “está buenísima” me dijo. Algo despertó en mí cierta curiosidad y me anoté. Fue un antes y un después en mi vida, porque empecé a ver lo que antes no, y a resignificar infinitas experiencias que viví y padecí solo por el hecho de ser mujer”, continuó Julia en su presentación.

Mientras que, en lo que respecta a su profesión hoy explicó: “estoy dando mis primeros pasos en la clínica, mis pacientes por ahora son todas mujeres, y si bien sus vidas son totalmente distintas y sus angustias se focalizan en diferentes temáticas, todas tienen un punto en común, que están atravesadas por las dificultades que generan las desigualdades de género”. Estas desigualdades influyen directamente en la salud de las mujeres, que impactan en formas de miedos, inseguridades, angustias y otros padecimientos.

Y siguió “todavía hay muchas mujeres que no logran visualizar las diferencias que vivimos solo por ser mujeres. En el consultorio y en la vida escucho historias colmadas de machismo, violencia, abusos, abortos y vínculos que lastiman. No son historias aisladas, vivimos en un sistema patriarcal que produce y reproduce relaciones de poder y desigualdades de géneros. Estas generan altos costos de malestar subjetivo”.

Mientras que profundizó el relato en las desigualdades, recomendó y el libro de Rosa Montero “Nosotras” el cual menciona que en la atención medica primaria, ante los mismos síntomas, se suele medicar con más ansiolíticos y antidepresivos a las mujeres que a los hombres, mientras que a estos se les hacen más estudios médicos. “¿Qué significa? Nos preguntó”. El sistema de salud toma más en serio los problemas de los hombres que de las mujeres, creen que nuestros problemas son más psicológicos, se explicó.

También en relación a ese mismo libro, la licenciada en Psicología desarrolló la idea que le presentan a las mujeres como que “el mundo es así”, cuando en realidad no lo es.

Julia recalcó la importancia de estos espacios de debate y charla, de encuentro y desencuentros de ideas y sentimientos, porque “hay muchos puntos de vista para seguir enriqueciéndonos unas con otras”.

Por otro lado, “Marcela Lagarde, antropóloga feminista que mencionó Josefina Poy la semana pasada, menciona que hoy nosotras las contemporáneas padecemos el sincretismo de género. Este sincretismo quiere decir mezcla, es decir que convivimos simultáneamente con dos modos de entendernos, de ser, que tienen encima valores antagónicos. Un modelo tradicional, con el que crecimos nosotras, que configuró nuestro imaginario amoroso donde el amor se entiende como algo que >se da solo, no hay que analizar nada>, y un modelo moderno que relaciona al amor con el anhelo de plenitud y de libertad. Ella se enfoca en el amor pero quiero llevarlo un poco más allá”.

Entre las presentes se debatió sobre la “trampa amorosa de la cultura patriarcal" que le plantea a las mujeres postergarse y anteponerse al otro, pensarlo como prioridad.

En el amor, como en otros vínculos, se juegan relaciones de poder, y por eso, la psicóloga  planteó que “se nos inhibió o restringió el amor propio, y por eso es necesario que repensemos la manera de vincularnos, de entender el amor. Derribar, además, el mito del amor incondicional. Porque ese amor sin condiciones, es justamente eso >sin condiciones> y en el amor, como en cualquier otra relación (familiar, de amistades o laboral) tiene que haber condiciones”.

Para finalizar el encuentro hubo una instancia en el que las estudiantes, docentes y las presentes pudieron despejar todas las dudas y consultas que tenían. Se trataron diferentes cuestiones como acoso laboral, violencia de género, estereotipos, sororidad, entre otros. Luego, Julia Villanueva acordó en la necesidad de que todos los profesionales, de todas las áreas adquieran la perspectiva de género. Aún más los psicólogos y psicólogas, ya que durante mucho tiempo la psicología ha sido machista y patriarcal.

A pesar de que hoy existe un debate sobre nuevos enfoques, nuevas perspectivas, donde se cuestionan las ya existentes, “necesitamos psicologxs feministas, con formación, escucha, que no sean obstáculo en el acompañamiento de la que sufre. Al Patriarcado no le conviene la solidaridad entre nosotras, las mujeres y las disidencias”, por eso son tan importantes estos espacios, sino las mujeres siguen aisladas. “Tenemos que empezar por eliminar nuestra propia misoginia, tenemos ese poder. Si le pedimos al mundo que respete a las mujeres, asumimos que somos nosotras las primeras en respetarlas” concluyó.