Nota de una vecino ante el aniversario de un atentado.
Al que no me conoce le sonara fuerte el cómo empecé. Al que me conoce, tal vez sepa para donde rumbeo o por lo menos imagina algo.
Hoy se cumplen 28 años de injusticia en este país que se cansa de pedir por la misma. 28 años de desidia y abandono por parte de un sistema totalmente ineficiente, desinteresado en lo que tendría que estar preocupado y ocupado.
Volver a Chacabuquero.
He leído y escuchado a lo largo de todos estos años las más verosímiles e inverosímiles conjeturas y teorías acerca de lo sucedido. He leído hasta en algún libro, “La Pista del instalador de aire acondicionado”.
Hasta ahora, bronca e impotencia y no aclare como dice Arjona el panorama. Para aquellos sub treinta, probablemente en algún comentario han escuchado que en la Argentina no hubo un solo atentado terrorista, sino dos. El primero en 1992, dos años antes del segundo.
Sigo sin aclarar? Disculpe usted, pero el repetir todos los años a lo largo de 28 años lo mismo cansa. De lo que hablo, es del Atentado a la Embajada de Israel, 17 de Marzo de 1992. 14:50 para ser exacto. Y ese instalador de aire acondicionado que mencionaba, era mi viejo. Uno de los 29 asesinados ese día.
Me costó muchos años decir que a mi viejo lo habían matado. Vaya a saber porque no quería decirlo de ese modo. Como con vergüenza. Con miedo a la cara del que pregunta. Pero como escribí unos renglones arriba, cansa la desidia, la inoperancia de una Corte Suprema de Justicia que no ha hecho absolutamente nada en todo este tiempo.
Si me pregunta si se sabe algo, le dejo un renglón en blanco, así le resumo 28 años de investigación.
Una Corte Suprema de la que también tuvimos que escuchar de alguno de sus miembros que la causa había prescripto.
Han pasado gobiernos de todos los colores políticos e idiosincrasia. Alguno hizo algo más que prometer y no cumplir? Absoluta y rotundamente NO.
Los intereses evidentemente ocultos van más allá de mi simple comprensión. No puedo justificar que no se haya hecho nada. Y en realidad si sigo hilando más fino, no soy yo quien debe justificar sus respuestas. Yo, como mi familia pedimos justicia. Algo que evidentemente está olvidado por estos lados.
La excusa del escenario geopolítico fue la más escuchada. Nunca pedimos que nos enfrentáramos con el mundo. Pedimos algo más coherente y realista. Investiguen la conexión local. Todos en un principio de lógica que nos domina, supone que un hecho de esta medida no puede realizarse sin algún apoyo local. De hecho, el atentado de la AMIA se comprobó que elementos locales participaron (venta de una camioneta mínimo).
Y así pasan y pasan los años. Recordados solo por familiares que han perdido sus seres queridos, como yo perdí a mi viejo. De repente, se reflota porque siguen ocurriendo hechos aberrantes como muerte/asesinato de un fiscal, que por casualidad estaba investigando el segundo atentado. La justicia? La seguimos matando de a poco.
Hace 28 años que considero que la venimos matando. Esa mujer que busca equidad e imparcialidad, de a poco perdió su sentido. De a poco va perdiendo su vida. Grita o avisa que necesita decir algo? Yo no la he escuchado.
Hoy extraño a mi viejo y lo lloro como el primer día que no lo tuve más. Como aquel día que me lo arrebataron de golpe de nuestras vidas. Hoy tengo fuerzas de gritar porque tengo una familia “enorme” que me banca estos días de bronca e impotencia. Hoy grito porque me canse de pedir correctamente las cosas.
A la Corte Suprema; háganse cargo y actúen. Busquen recursos, busquen elementos, busquen lo que tienen que buscar. No sean culpables de la muerte de la Justicia. Manténganla viva!!!
A los gobiernos de turno; descrúcense de brazos y también actúen. Provean recursos o lo necesario y no se queden en discursos vacíos y promesas que probablemente no cumplan.
Justicia y Memoria
Firma: Lancieri Duran Maximiliano Miguel hijo de Lancieri Miguel Ángel, asesinado en el Atentado a la Embajada de Israel
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