Fue una jornada donde concurrieron más de veinte familias, donde los jóvenes pudieron intercambiar diferentes opiniones con respecto a la dificultad que se le hace a la gente de poder adquirir una canasta escolar.
El referente barrial y de la Casa Compañera, Martín Méndez, opinó al respecto: “La verdad que los chicos y chicas de nuestro espacio hicieron una gran tarea consiguiendo muchísimas cosas para el inicio de clases, pero por otro lado me queda un sabor amargo del saber que a cada familia que concurrió cada día se le está haciendo más difícil sobrellevar este contexto neoliberal, donde nos contaban que habían perdido el empleo, que el jefe de familia que trabaja en construcción tiene cada vez menos obras, que las madres de esos niños que trabajan en talleres de costuras tiene menos ingresos mensuales por la merma del sector textil, y así cada vecino con su situación particular”
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