El ex intendente Rubén Darío Golía criticó la decisión de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal de gastar millones de pesos en desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires en lugar de conformar una mesa de concertación para afrontar la crisis económica y social.
-¿Cómo se siente no haber ejercido ningún cargo público durante los últimos 3 años?
-Se siente una carga más liviana. La función pública tiene la carga de la respuesta inmediata, de poder resolver tantos problemas que uno ve permanentemente, algo que se siente sobre los hombros. Al no estar en la función pública, la carga es más liviana pero no es que a uno no le importe o interese una problemática. Duelen las injusticias que uno ve, sin tener la posibilidad de resolverlas porque no está en el lugar indicado.
-¿Nunca dejó la política?
-La política es mí vida. Comencé a militar a los 13 años. La política es el fin de la existencia de uno para mejorar la sociedad, la comunidad, la vida. Uno sueña con un país mejor. Desde muy chico lo vengo haciendo y creo que no voy a dejar nunca la política. Hasta el último día de mi vida voy a seguir haciendo política desde un lugar o de otro, desde el oficialismo o la oposición o intermedio. Es la pasión que uno tiene por soñar, construir, mejorar la vida de los demás. Para mí, la política tiene que ver con las relaciones públicas y humanas.
-¿Qué opina del posible desdoblamiento de las elecciones?
-Que la primera línea de la clase política esté pensando en una maniobra electoral en un momento de crisis profunda me parece algo irrespetuoso. Hoy el presidente, la gobernadora, deberían estar pensando en una mesa de concertación para mejorar la vida de los argentinos y de los bonaerenses, la vida de los jubilados que no llegan a comprar sus medicamentos, las personas que se quedan sin trabajo o tienen dificultades para llevar alimentos a su casa. Se van a gastar millones de pesos en desdoblar una elección por el solo afán de poder garantizar algún puesto electoral. Me parece una falta de respeto a la sociedad. Deberían poner toda la inteligencia en función de mejorar la vida de la gente y contrarrestar esta crisis profunda que están viviendo los argentinos. La oposición tiene la enorme responsabilidad de generar una alternativa viable, sólida, creíble, no sólo electoral sino de gobierno. Esto, para que cuando el ciudadano vaya a elegir tenga una posibilidad diferente al oficialismo.
-¿Cómo ve la situación desde la oposición?
-El oficialismo quiere cambiar las reglas de juego a la gente. Hoy ningún dirigente sabe cómo van a ser las elecciones, si serán desdobladas o no, si va a haber PASO. Se quieren cambiar las reglas de juego en un año electoral, en pocos meses. Me parece que la mejor forma de garantizarse un lugar que tiene el oficialismo, es hacer las cosas bien. Si están preocupados por este tema del desdoblamiento, significa que no han hecho las cosas bien. Lo mejor hubiera sido hacer las cosas bien y que la gente elija con las reglas de juego que venían imperando. Seguramente todo esto tiene que ver con la picardía criolla que es la que utilizó Mauricio Macri en el debate del 2015 con Daniel Scioli, diciendo todo lo contrario a lo que terminó haciendo como gobierno, para poder ganar una elección. Hoy vuelven a utilizar la picardía criolla. Yo apuesto a que la sociedad haya madurado y a que la gente pueda elegir una alternativa sólida al oficialismo.
-¿Piensa en una candidatura a nivel seccional?
-Si se da la posibilidad y le sirve al grupo de compañeros que integro, para el Partido Justicialista y Chacabuco, voy a estar a donde haga falta. En Chacabuco voy a contribuir para la unidad del peronismo, para que pueda ser gobierno nuevamente.
-¿Se le puede ganar a Cambiemos?
-Hoy las encuestas indican que el peronismo de Chacabuco puede volver a ser gobierno. Hay un 41 por ciento del electorado que votaría por el oficialismo y un 53 por ciento que votarían a candidatos del peronismo. Si el peronismo hace un esfuerzo para aglutinar a todos los postulantes y tener una propuesta común después de las PASO podemos superar al 41 por ciento del oficialismo, ganar las elecciones y ser gobierno en Chacabuco.
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