Nota de la agencia Nova:
Bruno Feroldi tiene 35 años y llevaba casi cuatro como preceptor en la Escuela Secundaria Agrotécnica de Chacabuco, que depende de la Escuela Católica y el Arzobispado de Mercedes-Luján. Sin embargo, el 28 de septiembre su vida cambió radicalmente cuando recibió en su casa un telegrama de despedido sin causa.
“Me llegó una carta de despedido sin causa por expresa instrucciones del Arzobispado”, relató en exclusiva a NOVA y agregó que se comunicó con la asesora legal del Arzobispado. “Le pregunté por los motivos de mi expulsión, ella reconoció que hubo un error técnico en tu carta de despido, no dimos ninguna instrucción expresa en tu despido, lo único que recibimos fue una llamada del representante legal del establecimiento”, amplió.
Feroldi, que también estudia el Profesorado de Música en Chivilcoy, aseguró que durante su labor como auxiliar siempre priorizó “la tolerancia y el respeto” con el alumnado. Previo a la carta, el ahora desempleado había recibido un rumor pero en la escuela no sabían nada de la decisión. Finalmente, pudo hablar con el representante legal en las inmediaciones de la institución. “Él me dijo que recién había llegado de Europa, que no sabía nada al respecto y si había un rumor sobre mi despido que me preocupe y mucho, me pareció lisa y llanamente una amenaza”, sintetizó.
“Esta persona en los años que trabajé ahí, siempre me acosó y me cuestionaba en privado cómo me vestía hasta si tomaba un café, viví una persecución muy grande por parte de esta persona autoritaria”, detalló para luego diferenciarse del trato de los otros dos representantes legales – un cura y un abogado-. “Me trataron de muy buena manera, más allá de que firmaron ellos, son personas con las que se puede hablar”.
“No tengo nada en contra de la escuela en sí, ni de los docentes”, aclaró el expreceptor de la Escuela Agrotécnica y denunció un “entramado que debe salir a la luz”. “No me interesa lo económico, el hostigamiento hacia los trabajadores es una cuestión real”, sostuvo para luego agregar que “hubo abuso de autoridad”.
Por el momento, Feroldi, quien está en pareja y tiene dos hijastras, se encuentra sin empleo, estudiando, colaborando con el emprendimiento de su mujer y realiza trabajos esporádicos en materia de sonido, está también a la espera de una pronta reunión. “No son tiempos para estar sin trabajo por eso espero que obispado tome cartas en el asunto, no puede ser que un representante legal haga y deshaga a su gusto y antojo pasando inclusive por encima de sus pares ”, recalcó y sentenció: “Exijo justicia y humanidad" .
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