Nota de la Apacha.
(Nota pedida) El día 15/8 se desarrolló la Sesión del Concejo Deliberante. Presentamos un escrito pidiendo el cumplimiento de la ordenanza 5099/10, que plantea en su artículo 8 “el trabajo coordinado y mancomunado” entre el Municipio y nuestra Asociación.
La nota fue tomada "de conocimiento" por el bloque oficialista. Es decir: no nos interesa. Es decir: no entran.
Los Concejales Herrera y Dicundo arremetieron contra nuestra Asociación. Entendiendo muy bien el concepto de que la mejor defensa es el ataque. Como bien les mandó su jefe político Víctor Aiola. Los Concejales mintieron descaradamente al decir que había una nueva guardería modelo, las falencias están más que probadas. Que este era un logro por el cual había que felicitarlos. Afirmaron que “en ningún momento se le prohíbe la entrada a nadie”. La realidad es que nos cambiaron el candado del predio viejo y nos dijeron que por orden de Victor Aiola no podíamos ingresar, que, sino debían llamar a la policía, lo que hicieron en dos oportunidades. Que la guardería “es anuncio, promesa y fue cumplido” pero la misma no está terminada, ni habilitada. Para que este completa le faltan 6 perros que dejaron olvidados en el predio viejo, sin comida ni agua. La misma ya presenta las falencias que veníamos planteando que iban a suceder y que habíamos propuesto resolver hace 2 años, ni bien se comenzó a hablar del proyecto (forestación, cuchas, aporte de ideas para el proyecto, ejemplos de otras guarderías).
Jamás pasó por las manos de Dicundo o de Herrera la vida o la muerte de un perro. Nunca lloraron de tristeza al ver que se les iban y no podían hacer nada. Nunca lloraron de alegría al ver que ese perro que se rescató consiguió una familia que lo ame. Repiten un discurso que baja su jefe. Un discurso robótico, frio. Palabras vacías que eran pronunciadas sin siquiera mirar a los ojos a los proteccionistas. Palabras que justificaban nada más y nada menos que el maltrato animal y los actos de crueldad cometidos por el Gobierno Municipal. Concejales que reían ante el llanto desesperado de las voluntarias. Leonas que entre bronca y amor infinito saltan a defender el sentimiento que rige su vida, el amor incondicional por los animales.
Quizás la soberbia del Intendente Aiola no le permita nunca entender esto. Quizás su soberbia no le permite ver las fotos de los perros muertos desmembrados. Quizás su soberbia no le permite ver que los perros se pasan por debajo y por encima de los alambrados en el predio nuevo. Quizás su soberbia no le permita ver que no hay sombra. Quizás su soberbia no le permite ver que el funcionario Molina va todos los días al lugar a remendar con alambre una obra que hasta donde sabemos costó $1.5 millones de pesos. Quizás su soberbia no le permita ver más allá de sus aspiraciones políticas, su falta de humanidad y sus ambiciones de poder. Pero aquí no nos interesa todo eso. A los proteccionistas nos interesa algo muy simple. El vínculo que se crea entre un animal y una persona que hace lo imposible para verlo un poco mejor.
Aiola, Di Piero, Navone, Herrera y Dicundo jamás entenderán la fuerza de ese vínculo, simplemente defienden su quintita y atacan y chicanean a nuestra institución. Atacan porque temen las consecuencias de la denuncia penal que presentamos. La misma cuenta con 150 fotos que prueban el maltrato animal y varios videos. A la misma adjuntamos los actos de crueldad cometidos durante el traslado. La soberbia se va a encontrar una pared en algún momento. Cuando no estén más en los cargos serán recordados por sus actos y nuestro amor por los animales seguirá intacto. Este gobierno pasará y vendrán otros. Pero les garantizamos que Apacha va a seguir gritando bien fuerte basta de maltrato animal que nunca nos vamos a callar ante estas injusticias. Que vamos a seguir luchando por los animales. Ellos gritan, se victimizan, agreden, destratan, mienten. Pero las heridas a los perros se las curamos nosotros. Nosotros encontramos a los muertos y los enterramos. Nosotros los lloramos.
El amor prevalecerá.
La llave para Apacha
Firma: Apacha
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