Homenaje a un descubrimiento argentino.
Hoy se celebra el día del criminalista. Es un homanaje a Juan Vucetich, descubridor de las huellas dactilares.
Este inmigrante croata nacionalizado argentino dio con una manera para identificar a las personas cuando todavía no se sabía lo que era el ADN.
El 1º de septiembre de 1891, Vucetich implementó el método, aunque estuvo a prueba hasta 1994.
En el término de 4 años, Vucetich le hizo "tocar el pianito" a 645 reclusos de la cárcel de La Plata. Luego, la Policía de la Provincia de Buenos Aires adoptó oficialmente el sistema.
En 1905 fue el turno de la adopción por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. En 1907, la Academia de Ciencias de París informó que el método de las huellas dactilares era el más exacto para identificar a las personas.
Hay que entender que hastas que Vucetich impuso su sistema, se usaban otros métodos alternativos que no eran totalmente confiables. Por ejemplo, se le asociaban características del rostro con aptitudes para el delito.
El propio Vucetich trabajó en la Oficina de Identificación Antropométrica y allí desarrolló el sistema para captar las huellas dactilares.
De lo que se dio cuenta Vucetich es que los "dibujos" que aparecen en las palmas de las manos y de los pies son perennes e inmutables. Se forman en el sexto mes de la gestión y solamente se eliminan cuando la piel del cadáver se pudre. Es más, si se produce un daño en la piel, que no sea profundo, se regenera, y si la lesión es grave, se crea un tejido producto de la cicatrización. Esto último quiere decir que no se pueden modificar las huellas sin terminar de dañar el tejido de forma permanente.
Juan Vucetich falleció el 25 de enero de 1925 en Dolores, provincia de Buenos Aires, a los 66 años.
Este inmigrante croata nacionalizado argentino dio con una manera para identificar a las personas cuando todavía no se sabía lo que era el ADN.
El 1º de septiembre de 1891, Vucetich implementó el método, aunque estuvo a prueba hasta 1994.
En el término de 4 años, Vucetich le hizo "tocar el pianito" a 645 reclusos de la cárcel de La Plata. Luego, la Policía de la Provincia de Buenos Aires adoptó oficialmente el sistema.
En 1905 fue el turno de la adopción por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. En 1907, la Academia de Ciencias de París informó que el método de las huellas dactilares era el más exacto para identificar a las personas.
Hay que entender que hastas que Vucetich impuso su sistema, se usaban otros métodos alternativos que no eran totalmente confiables. Por ejemplo, se le asociaban características del rostro con aptitudes para el delito.
El propio Vucetich trabajó en la Oficina de Identificación Antropométrica y allí desarrolló el sistema para captar las huellas dactilares.
De lo que se dio cuenta Vucetich es que los "dibujos" que aparecen en las palmas de las manos y de los pies son perennes e inmutables. Se forman en el sexto mes de la gestión y solamente se eliminan cuando la piel del cadáver se pudre. Es más, si se produce un daño en la piel, que no sea profundo, se regenera, y si la lesión es grave, se crea un tejido producto de la cicatrización. Esto último quiere decir que no se pueden modificar las huellas sin terminar de dañar el tejido de forma permanente.
Juan Vucetich falleció el 25 de enero de 1925 en Dolores, provincia de Buenos Aires, a los 66 años.
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