En la marcha por el día de la mujer se leyó un documento acordado por los organizadores en el que se criticó al Estado municipal por la falta de información sobre los programas contra la violencia de género.
Este es el texto completo:
Debido al incremento de la violencia de género en Argentina, nos dispusimos a investigar cómo se maneja el tema en nuestra ciudad, con la intención de compartir las respuestas obtenidas con la comunidad durante la jornada del día de la mujer. En el marco de la democracia, es un derecho de todos conocer las políticas públicas que se implementen para atender la problemática. Sin rodeos, pedimos información a la Secretaría de Desarrollo Social, donde nos respondieron que eleváramos nuestras dudas e inquietudes vía mail. Nuestra intención era recabar datos oficiales para elaborar un informe de la situación. Solicitamos entonces información sobre los presupuestos asignados para: el Área de la Mujer, el Refugio para Víctimas de Violencia de Género, para la atención directa de cada caso y para la Mesa de Violencia. De esta última, también requerimos detalles sobre las entidades que la constituyen ya que, legalmente debería estar en funciones. También, preguntamos sobre las estadísticas de los casos de atención directa y acerca del número de mujeres que sufren violencia de género y el porcentaje de ellas que son jefas de hogar. Además solicitamos el organigrama del Área de la Mujer. La respuesta fue el silencio. Nada de información. Absolutamente ninguna contestación oficial a nuestra petición. Los escasos datos que nos llegaron extraoficialmente son que el estado dispone de aproximadamente $577.000 como fondo para la atención de la problemática. No tenemos ningún detalle del criterio de asignación que se utiliza para administrar dicho presupuesto. Más allá de esta información escasa e incomprobable, la realidad cotidiana nos muestra un estado ausente y desentendido, con una evidente falta de compromiso que genera, con su inacción, negligencia y abandono hacia las mujeres. El Estado está presente en los barrios, en las localidades y en los servicios.
¿La pregunta que debemos hacernos es por qué justo en esta problemática, en que la vida de tantas mujeres corre peligro, el Estado decide estar ausente.
Queremos un Estado responsable, protector de los desamparados, defensor de los derechos y respetuoso de las diferencias. Necesitamos información para desnudar la realidad porque sin acceso a la misma el Estado es cómplice de ejercer la mayor de las violencias: invisibilizar el tema.
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