Hoy se celebra el día de la inmaculada concepción entre los cristianos. La fecha fue establecida por la Iglesia Católica en 1854, y sostiene que María de Nazareth fue preservada de todo pecado desde Jesúcristo fue concebido.
En Argentina, se trata de una fecha reconocida por el Estado, que la ha declarado como feriado.
No obstante, este día también se destacada porque es la fecha en la que se sostiene que se tiene que armar el árbol de navidad. Son muchas las raíces de esta tradición, y obviamente, ninguna lo conecta directamente con la natividad del niño Jesús, puesto que en Belén parece que no había pinos.
Sin embargo, hay varias teorías de por qué se incorporó el armado del "arbolito" a la celebración del día de la Virgen María.
Una de las versiones que más trascendió es que el cristianismo tomó esta tradición de las comunidades celtas, que adoraban a los árboles por considerarlos símbolos de la vida y la pureza.
En los países nórdicos se adornaba un roble para celebrar el nacimiento de Frey, dios del sol y la fertilidad, cerca de la fecha en la que los católicos celebraban la navidad. En los tiempos de la evangelización, San Bonifacio (680-754) cortó un árbol relacionado con las creencias nórdicas, en Alemania, y plantó un pino, adornándolo con manzanas y velas.
También se dice que alrededor del año 1.500, Martín Lutero cambió el uso del roble por el del pino porque quiso llevar a cada hogar el brillo de las estrellas entre este tipo de árboles que observó una noche.
Lo cierto es que el armado del arbolito de navidad tiene otras implicancias en la cultura popular. Puede que sea un signo de esperanza. En tiempos de bajos recursos y problemas económicos, puede que presentar un árbol decorado con costosos adornos sea un signo de ostentación. Sin embargo, habría que pensar si no se puede armar el arbolito con lo que se tenga a mano y compartir la experiencia con la familia.
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