Carina Volpi y Juan Carlos Carboni pudieron se padres de dos bebés, gracias a los óvulos que obtuvieron de una donante. Se trata de una técnica que involucra un proceso de reflexión por parte de la futura madre, dada la decisión que debe tomar. Los vecinos contaron cómo vivieron todo el proceso que tuvo como uno de los puntos más importantes el nacimiento de Sara y Franco, el pasado 7 de julio en un centro médico de Junín. Contaron con el acompañamiento del doctor Marcelo Rago, especialista en el tema. El caso se hizo conocido porque Volpi publicó una carta en facebook en la que alentaba a las parejas que quieren concebir y no consiguen los resultados esperados.
Carina Volpi y Juan Carlos Carboni con Franco y Sara en brazos |
-¿Cómo fue el proceso?
Carina: Yo quedé embarazada naturalmente y lo perdí. Después de eso, me empezaron a hacer estudios para ver por qué había sido eso, y en los análisis de fertilidad salió que los óvulos míos no tenían fuerza. O sea, no iba a quedar embarazada otra vez. Hacer una fertilización asistida tampoco, porque mis óvulos no servían. Entonces, la única posibilidad que quedaba era una fecundación con ovodonación. Se busca a una donante que da los óvulos, y con los espermatozoides del padre se forma el embrión que luego se implanta en el útero de la futura madre.
Juan Carlos: Te piden fotos y demás porque se buscan personas que tengan características similares a la madre: color de pelo, ascendencia, color de ojos, altura. No te van a dar una alemana alta y rubia, cuando no lo sos. Es para que sea lo más similar a uno.
Carina: Las donantes tienen entre 25 y 35 años, que es cuando la mujer está más apta para ser mamá.
-¿Las donaciones de óvulos son semejantes a las de esperma en lo del anonimato?
Juan Carlos: Creo que queda algún registro. Hay dos tipos de donantes: la exclusiva y la que comparte con más personas. En el caso de la donante exclusiva, como la nuestra, todos los óvulos fueron para nosotros. Se consiguieron 9 óvulos, se fertilizaron 7. En una primera oportunidad a ella le colocaron 2 con 72 horas de desarrollo. Esos no prendieron. La segunda vez, se le dieron dos días más de desarrollo a 3 embriones, que es el máximo que se le puede dar. Quedaron dos, y ahí están (en referencia a los bebés)
-¿Cómo fue la previa?
Carina: Después que me hicieron todos los estudios, me dijeron que la única posibilidad era esa. Primero había que pensarlo, porque ahí está la parte donde uno dice “voy a ser madre pero los óvulos no son míos”. Es como que tenés una “cosita” ahí que dice “¿Qué hago?”.
-¿Lo pensó mucho?
Carina: Sí. Era eso o la adopción. De última, en esto, si bien los óvulos no eran míos, yo los iba a tener por 9 meses en la panza. Entonces, elegimos.
-¿Cuánto tiempo pasó entre que le ofrecieron el procedimiento y que aceptaron?
Carina: Un mes, más o menos.
Juan Carlos: Hasta la decisión, sí, pero después por ahí pueden pasar 6 meses.
Carina: Mientras tanto, te preparan. Tienen que ir llevando el ciclo tuyo a la misma fecha de la donante.
Juan Carlos: Los primeros embriones no fueron congelados, porque se hizo la donación, se fertilizaron y a las 72 horas se colocan. Se congelan los que quedan. Luego sí, se descongelaron 3 y les dieron 3 días más. Desde la vez que no prendieron, hasta la siguiente, fueron 3 meses.
-¿Y entonces vino la gestación?
Carina: Luego de que son colocados, se esperan 15 días y se hacen los análisis para ver si estás embarazada o no. Ese día me llamó por teléfono Marcelo (Rago), porque yo habia ido a buscar el resultado de los análisis. Me dice: “Tenés los resultados de los análisis”. “Sí, vengo del laboratorio”, le respondí. Él me dice: “estás embarazada”. Y yo le pregunté “¿Cómo sabés?”. Y él me respondió: “Yo pedí los resultados esta mañana”. Ahí fue toda una alegría (risas). Después de eso empezamos otro proceso. Yo tengo 43 años. Por los resultados, era un embarazo múltiple. Llevaba más cuidados. Lo primero era pasar los 3 primeros meses. Yo tuve una pérdida sobre la que no se sabe qué pasó pero se fue. Seguimos adelante. Después, Marcelo dijo: “tenemos que llegar a las 28 semanas”. En todo ese tiempo se me diagnosticó una diabetes gestacional.
-¿Los controles fueron muy exhaustivos?
Carina: Todos los meses, el control del médico, y cada 15 días, una ecografía para ver cómo va el embarazo. A las 28 semanas, en una de las ecografías salió que tenía envejecimiento placentario. Una de las placentas estaba más vieja que la otra. Por ejemplo, si yo estaba de 7 meses, la placenta estaba de 8. Entonces, necesitábamos más cuidados. Si bien tenía buena oxigenación el bebé, había que tratar que recibiera toda la alimentación; que la sangre entrara bien a la placenta. Como para él (Rago), era mucha presión, nos dijo: “yo tengo un médico amigo en Buenos Aires que se dedica a embarazos múltiples”. Nos mandó al Hospital Posadas para que nos atendiera. A partir de ahí, una semana Marcelo nos hacía una ecografía un miércoles, y el jueves, nos hacían otra en Hospital Posadas, hasta las 35 semanas.
Juan Carlos: La semana 34, fue la última que fuimos a Buenos Aires. En la semana 35 nos hizo la última Marcelo acá y al otro día teníamos que ir a Buenos Aires.
Carina: En ese interín me hice todos los prequirúrgicos por cualquier circunstancia por la que hubiera que hacer un cesárea. Cuando miran los análisis ven que yo tenía el ácido úrico alto. Entonces, me repitieron el análisis ese día y el resultado fue más alto. Marcelo consultó con el otro médico y dijo: “ya estamos en la semana 35; los pulmones están bien formados; el peso está bien. ¿Para qué vamos a seguir esperando? Sacalos”. Como en Chacabuco no hay una buena neonatología, por cualquier circunstancia que alguno de los bebés tuviera algún problema, lo deciden hacer en el Sanatorio de Junín.
-¿Cómo fue el parto?
Carina: Yo venía con todos los nervios del embarazo, como siempre tenía algún problema. “¿Qué va a pasar? Saldrá todo bien”. Marcelo me decía: “Está todo bien. No hay ningún problema pero por cualquier cosa la vamos a hacer en el Sanatorio”. Ese “pero” lo llevé hasta que no me sacaron a los bebés y yo sentí que lloraron. Cuando vino el pediatra y me dijo: “Carina, está todo bien” ahí sí me tranquilicé. Igual, no me los dejaron ver cuando me los sacaron. Me los hicieron ver después.
Juan Carlos: Yo los vi enseguida. El nene quedó en neonatología dos o tres horas y después yo se lo llevé a la habitación. La nena quedó 4 o 5 días pero la íbamos a ver todos los días. Quedó nada más que para que no se viniera abajo el peso, porque respiraba sola. La alimentaban ellos, pero todo normal. Ella pesó 2,050 kilos, y él, 2,600 kilos. Ahora él está casi en 3 kilos y ella casi en 2,500 kilos.
-¿Y después?
Carina: Después de que vinimos a Chacabuco, yo decidí hacer una carta a Marcelo y publicarla en facebook para todas aquellas mujeres que tienen el mismo problema. Se que son muchas, porque el día en el que me pusieron los embriones en Chacabuco, éramos 10 mujeres, y el único que prendió fue el embarazo mío. Para que no se desanimen, para que sigan, puse esa carta a Marcelo en facebook, para que ellas la leyeran.
Juan Carlos: Todas ellas habían tratado con sus óvulos.
Carina: Dijo Marcelo: “Ellas se juegan con lo que tienen”. A mí me había dicho: “si querés lo podemos hacer con tus óvulos; tenés 43 años; y la edad corre un montón, porque no es mucho lo que podemos seguir”. La mayoría de las chicas lo hacen con sus óvulos porque son jóvenes. Cuesta la decisión. Los óvulos no son tuyos, el esperma es del padre. Pero después los tenés 9 meses en la panza, y son tuyos.
-¿Cómo te fue con la carta?
Carina: No pensé que iba a causar tanto revuelo.
-¿Es algo de lo que se habla poco?
Carina: De lo que más se habla es de la fertilización asistida. Esto es otra cosa.
Juan Carlos: Lo que pasa con la nueva normativa se legisló sobre cómo es la donación. Ningún derecho tiene sobre los bebés o las personas, esa donante. Antes no estaba legislado. El alquiler de vientre no se permite en Argentina. Entonces, esa mujer que los tiene, es la madre para la ley. Legalmente se puede hacer. Entonces, ahora se ve un poco más. Da mejores resultados.
-¿Y vos cómo afrontás la paternidad de esta manera porque ya habías tenido hijos?
Juan Carlos: Yo tengo 6 con estos dos. Seis hijos y una nieta. Es distinto, por ser más grande. A los 20 y pico de años uno anda más a mil. Los que han tenido chicos con más de 50 años sienten que se disfruta más. Ellos tienen 20 días, pero me da la sensación de que todo va con más tranquilidad. Es todo distinto porque hasta tengo más tiempo para ellos. Uno está más o menos con trabajo estable. A los 20 años venís viendo cómo la piloteas. Más de uno dice que estoy re loco al empezar a los 55 años otra vez como padre pero no lo tuve que pensar mucho.
-¿Ser mamá era lo que más deseabas en el mundo?
Carina: Sí, y a esta edad que llegaron, fabuloso.
Juan Carlos: Es cuando por ahí pensás que ya no va a pasar. Cuando perdió el embarazo y le dijeron que sus óvulos ya no servían, para ella fue como que se terminó. Ahí fue que consultamos con Marcelo y nos dio esta posibilidad. Ves que hay una llama que se enciende. En ella estaba decidirlo, y después, que saliera bien. Por suerte, salió bien.
-¿Fue una segunda oportunidad?
Carina: Sí. Por eso es que yo decido poner la carta en facebook. Porque se que hay muchas mujeres que vienen buscando hace años y no pueden, y está esta posibilidad. Que sí se puede. Muchos han contestado por mensaje privado diciendo “Muchas gracias”, y que había una esperanza para ellas, que hace mucho que vienen luchando, que me tenían a mí como referente por lo que había hecho o por lo luchadora que soy. Es fuerte.
(Entrevista realizada por Cristian Otegui, publicada en la edición del domingo 31 de julio de 2016 del diario De Hoy de Chacabuco)
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