martes, 28 de junio de 2016

Rubén Dri: "Una cosa es hablar de Bergoglio y otra del Papa Francisco"


El sábado estuvo en Chacabuco el teólogo y filósofo Rubén Dri. Dictó una charla sobre religión y política invitado por el Ateneo Arturo Jauretche. Marcó diferencias en la manera de analizar a Jorge Bergoglio como obispo de Buenos Aires y como Papa. Consideró que trata de un "hombre político".



- ¿La religión ha vuelto a ser tema de debate de la mano del Papa Francisco?
Yo creo que la influencia de Francisco es realmente muy grande. Lo que sucede es lo siguiente: una cosa es (Jorge) Bergoglio y su actuación en Argentina, sobre todo cuando estaba como Cardenal en la Catedral de Buenos Aires; y otra cosa , es Francisco. Se ha producido un cambio muy importante que hay que trabajarlo e interpretarlo. Bergoglio es un hombre político. Naturalmente, es religioso, es un jerarca de la Iglesia Católica, pero siempre ha tenido una visión política y ha incursionado en política de una manera muy fuerte. Siendo Bergoglio, en la Catedral de Buenos Aires, él se encontró enfrentado al movimiento nacional kirchnerista. Ese enfrentamiento se sucede por lo siguiente: primero, porque él, como Cardenal de la Iglesia, pretende recuperar a la Iglesia como poder. Néstor Kirchner y también Cristina Fernández, no le dieron a la Iglesia el poder que esta pretendía. Hay dos aspectos en los que la Iglesia considera que tiene poder propio y que el Estado tiene que preguntarle cuáles son las directivas en ellos: uno es la moralidad, que es el ámbito de los sexual, del matrimonio; y el otro, el ámbito educativo. Con el kirchnerismo, por primera vez el Estado argentino se planta frente a esto, y no le concede todo lo que la Iglesia pretende. En segundo lugar, está el tema del liderazgo, donde hay un tema muy fuerte. Esto inclina a Bergoglio hacia la derecha. De hecho, él apoyó a la Mesa de Enlace, las corporaciones agrarias. Cuando lo nombraron Papa sucede lo siguiente, a mi modo de ver: dijo ‘ahora yo estoy arriba’. Entonces, en la catedral deja a (Mario) Poli, quien no va a actuar en política como él. De hecho, Poli lo dice. A la política la hace él desde el Vaticano. Como él tiene que recuperar a la Iglesia ¿Dónde puede hacerlo? Solamente en América Latina, porque allí es donde hay fuerzas populares católicas, cristianas, donde puede abrevar la Iglesia y recuperarse. El error que cometió Benedicto XVI fue creer que podía recuperar la Iglesia en Europa. Así es que cambia la política de Bergoglio, y ahora como Francisco, está con los movimientos populares. Además, está en contra de esta etapa del capitalismo, contra el capitalismo especulativo, financiero. Acaba de estar en Armenia y habla del genocidio que sufrió ese pueblo. Le da una mano muy grande al movimiento armenio para que se reconozca que ha sufrido un genocidio. Su política internacional, a mi modo de ver, está a favor de los derechos humanos, de una recuperación desde lo popular. Así que nos favorece.

- ¿Existe en este momento algo parecido al movimiento de curas tercermundistas?
En este momento existe un movimiento que es el de los curas de la opción por los pobres. Ese movimiento tiene semejanzas con lo que fue el movimiento de curas tercermundistas. No es lo mismo. La época es distinta. La sociedad es distinta. Bergoglio estaba enfrentado con la teología de la liberación, con el movimiento tercermundista. El movimiento de curas de la opción por los pobres, debería estar enfrentado con Bergoglio o Francisco. Paradójicamente, quien está más cerca de Francisco en este momento es el cura de la opción por los pobres, que la jerarquía argentina. Porque la jerarquía argentina sigue siendo conservadora, no quiere cambios. Mientras tanto, lo que está impulsando Francisco son cambios. Algunos cambios son bastante profundos.

- ¿Qué cambios profundos está impulsando el Papa?
Dije profundos pero tal vez me equivoqué. Son cambios que tienen que ver con terminar con la Iglesia que se mira a sí misma. Una Iglesia que tiene que llegar a los sectores populares, que tiene que ver a las clases desprotegidas, que tiene que terminar con la ostentación. Francisco habla de una Iglesia pobre para los pobres. Eso no significa que vaya a entregar el Banco del Vaticano. No lo va a entregar de ninguna manera, pero sí quiere algo mucho más cercano a lo popular. Después hay una serie de otros cambios. Por ejemplo, los matrimonios divorciados no se podìan acercar a la comunión. Ahora, de hecho pueden hacerlo. Son transformaciones de ese tipo.

- ¿Cómo ve la relación que había entre el ex secretario de Obras Públicas José López y el ex obispo Rubén Di Monte vinculado a la derecha?
Ahí no es la relación del kirchnerismo con Di Monte, sino la relación de uno de los miembros del kirchnerismo. Como todo movimiento popular, el kirchnerismo ha tenido grandes contradicciones internas. No sé hasta dónde estaban enterados Néstor Kirchner y Cristina. Tendrían cierto conocimiento pero no se si demasiado, de ese tipo de relación.

- ¿Cómo analiza el cambio de Di Monte a Radrizzani con el antecedente de Emilio Ogñénovich en la arquidiócesis de Mercedes - Luján?
Toda la jerarquía es de derecha. Radrizzani es lo que más se acerca a un cierto centrismo popular. No voy a decir que es de la escuela de (Jaime) De Nevares, aunque estuvo con él y algo aprendió. Luján, desde Ogñenovich para acá, era una derecha feudal. Además era muy corrupta. Ogñenovich pertenecía al grupo de obispos que con (Carlos) Ménem, hacían una especie de negociado. Recibían determinado tipo de dinero por debajo de la mesa, para decirlo de alguna forma. Ménem o sus ministros se reunían con ellos antes de la Conferencia Episcopal Argentina para ver los temas que iban a tratar y negociar.

- ¿Usted considera que la Iglesia argentina es conservadora?
Es un sello que tiene. Se lo ha ganado. No ha cambiado en eso. Entre el Papa argentino y la Conferencia Episcopal hay contradicciones. La Conferencia argentina no acompaña lo que quiere el Papa. Por eso antes comenté que quien está más cerca del Papa, es el cura de la opción por los pobres.

- ¿Y qué opinión tiene sobre este sector de la opción por los pobres?
Los veo muy bien. Se comprometen en serio pero no rehuyen al compromiso político. No se puede separar, como se pretende, a lo religioso de lo político. Estos curas, como lo hacíamos los curas tercermundistas, tienen compromiso político. Los curas de la opción por los pobres no son lo mismo que los curas villeros. Estos últimos no hacen una opción política sino asistencial, de ayuda. Los curas de la opción por los pobres se meten y hacen una crítica muy fuerte, sobre todo en este momento, a este proyecto de dominación tremendo.

(Entrevista de Cristian Otegui publicada en la edición del domingo 26 de junio de 2016 del Diario De Hoy de Chacabuco)

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