Del total de 18 mayores contribuyentes, solamente asistieron 7. El oficialismo a duras penas pudo hacer que fueran los suyos, y hasta estuvo a punto de resignar una banca ante la ausencia anunciada de Ana Rodrigo porque su suplente Jorge Yeber, debía tomar el rol de mayor contribuyente.
En el Frente para la Victoria, sector mayoritario, solamente dijo presente Eduardo Mac Donnell.
Desde la oposición se escucharon voces que decían que la convocatoria no había sido buena y que ante la imposibilidad de asistir los titulares, debieron haber hablado con los suplentes.
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Lo peor del caso es que el recito estaba repleto de personas. De un lado estaban los vecinos autoconvocados por la autovía, y del otro un grupo, en el que había integrantes del Movimiento Evita, que venía a respaldar a Marita Zárate, una empleada municipal a la que, según dijo, le cambiaron el horario y ahora tiene problemas para ejercer otras tareas privadas con las que completaba un ingreso mensual.
Jorge Muela, presidente del Concejo Deliberante, levantó la sesión ante la falta de quórum, y dijo que habría una nueva convocatoria. Agregó que se tomarán medidas con los mayores contribuyentes que no asistan.
En ese momento hubo dos reacciones: los autoconvocados por la autovía salieron disparados del recinto, mientras que el otro sector se quedó en el lugar. Estos últimos querían que Zárate pudiera tomar la palabra, aunque no hubiera sesión, como había ocurrido en otras oportunidades con los autoconvocados mismos. Esta posición fue avalada por la bancada del Frente para la Victoria, el Frente Renovador y Propuesta Renovadora, cuyos integrantes se quedaron en sus lugares.
Distinto fue lo actuado por Cambiemos, cuyos ediles se retiraron rápidamente y hasta alegaron que ya le habían informado en privado a los autoconvocados lo que le tenían que decir.
Se cortó la transmisión del Canal Municipal |
Javier Estévez, del Frente para la Victoria le dio la palabra a Zárate, mientas desde el hall del Concejo, el secretario de Control de Gestión, Maximiliano Felice, y el Jefe del Corralón, Ricardo Falabella, estaban a los gritos.
Zárate, profesora de danza, pudo dar su versión. Algunos autoconvocados se quedaron a escucharla.
Las tres bancadas presentes coincidieron en pedir una reunión plenaria con las autoridades municipales para hablar del caso.
Pero esto no quedó ahí, porque cuando el grupo que estaba acompañando a Zárate se retiraba del Concejo, se cruzaron con palabras con el subsecretario de Gobierno, Mario Dicundo, y otra vez, Felice.
Afortunadamente, no hubo ningún hecho de violencia física.
Lo ocurrido en el Concejo Deliberante no tiene precedentes y hace pensar en los difícil que es gobernar una ciudad como Chacabuco generando debates pero también construyendo consensos.
Nota anterior: Información para vecinos del centro - Curiosa foto -
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