Finalmente se develó el misterio. El corralito de cintas que se había armado el día de ayer en la plaza San Martín estaba vinculado con el peligro que representaban las ramas quebradas de un pino y no las piñas de una araucaria.
Personal de la Dirección de Arbolado Público, ayudados por una grúa, cortaron las ramas en horas de la mañana. Al parecer, a este árbol tiempo atrás lo golpeó un rayo, y las distintas tormentas lo han ido dejando sin ramas.
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